Viejo escrito, que resume el inicio de todo esto, la primera motivación:
Alguna
vez en el no muy remoto pasado, recuerdo que estudiábamos Arquitectura
para hace Arquitectura; Medicina, para curar, Pedagogía para enseñar,
Música, Literatura, Pintura, para hacer Arte... Y así. Y por hacer todo
eso, uno esperaba que le pagaran lo justo, como una merecida retribución
por el esfuerzo y el beneficio que se aportaba. Y LISTO! éramos felices
haciendo lo que nos gustaba, y viviendo
de eso, aunque no siempre. Pero no importaba. Cuando mis hijos
decidieron estudiar Filosofía y Música, me dije: No todo está perdido.
Qué dicha que hacen lo que quieren, porque quieren hacer lo que mejor
hacen... Eso son ellos, que son especiales... Como algunos pocos que no
han perdido la perspectiva: Los Indignados, los Anonymous (o algunos de
ellos), la Primavera Árabe... Ambientalistas pacíficos, ecologistas
domésticos, separadores de basura, ahorradores de energía, animalistas,
generosos, adoptadores de niños y de animales, protectores de verdes y
aguas, y así, puchitos y más puchitos por el planeta que medio me dan
esperanzas... PERO Y EL RESTO? YA NUNCA MÁS! Ahora, nos despertamos para
hacer plata, no dormimos por hacer plata, corremos, para hacer plata...
Estudiamos para hacer plata, tiramos, cagamos, comemos, trabajamos, nos
matamos, nos endeudamos y nos morimos haciendo plata y así ad
náuseam... Y "ser feliz" no es más que tener... "Realizarse", es entrar
en los 'TOP X" de los más ricos y aparecer en CARAS, FORBES y DINERO,
sin mencionar en las judiciales, las estadísticas de corrupción y en las
páginas más oscuras y vergnzosas de nuestra historia... Ay,
humanidad... Qué te hiciste????
lunes, 16 de diciembre de 2013
miércoles, 20 de noviembre de 2013
Publico con gusto, y con todo y fotos, el texto integral de Gustavo Bolivar.
No lo apoyaba, pero ahora promuevo el VOTO EN BLANCO. Estos argumentos me han convencido.
Las infamias de Juan Manuel Santos, según Gustavo Bolívar
Santos le subió 8 millones de pesos mensuales a los
Congresistas, pero es indiferente con los 14 millones de colombianos que
deben vivir con $192.000 al mes. Su más grande infamia, según Gustavo
Bolívar
Por: Gustavo Bolívar
| octubre 08, 2013
LAS INFAMIAS DEL PODER
LLORA LA DIGNIDAD.
LLORA LA DIGNIDAD.
Hoy 8 de octubre, el Presidente de
Colombia, Juan Manuel Santos, cometió una gran infamia. Incrementó en
50% el salario de cerca de 2.000 altos funcionarios entre ellos
congresistas, ministros y Jefes de organismos de control. Es decir, hizo
pasar de 16 a 24 millones de pesos los sueldos de estos controvertidos
personajes, y también el de ministros y altos dignatarios como el
Procurador General de la Nación. Un gasto para la nación de
192.000.000.000 (Ciento noventa y dos mil millones al año) Lo que
cuestan los semestres de 100 mil estudiantes de ese 88% que termina el
bachillerato y se queda sin poder estudiar.
Duele. Duele mucho. No sé si les
interese pero dan ganas de llorar por no confesar que he llorado. Más
tratándose de un país con 14 Millones 700 mil pobres que según uno de
los beneficiados con este incremento humillante, el Jefe de Planeación
Nacional, tienen que vivir con 192 mil pesos al mes. Duele porque los
pobres tienen que vivir con tan poquito pero los Congresistas, y ya nos
lo había advertido el Senador Corzo, no pueden vivir con 16 millones de
pesos. Tiene que ser con 24 millones al mes, fuera de “comisiones”.
Duele porque de esos 192 mil pesitos el pobre tiene que pagar arriendo,
servicios, educación para sus hijos comida, teléfonos, transporte. Duele
porque de esos 24 millones el Congresista no tiene que pagar nada. Ni
arriendo, ni transporte, ni teléfono, ni salud, ni servicios. Nada.
Duele porque estos dizque “servidores públicos” se sirven de lo público,
legislan para sus amigos poderosos, se enriquecen a costa del erario y
nunca han hecho nada para solucionar los problemas de fondo que agobian
al país que los elige. Duele. Duele porque a diario copan mis mensajes
privados muchos jóvenes desesperados, pidiendo oportunidades para
educarse o trabajar. Duele porque el Gobierno se abstiene de bajar los
precios de la gasolina, los peajes, el IVA y de abolir el 4Xmil que
prometió acabar en campaña, porque “No hay presupuesto”. Duele porque la
lucha de los pocos indignados de este país vio una luz de esperanza en
la demanda de Felipe Zuleta y posterior fallo del Consejo de Estado que
les quitó la prima de vivienda y salud a los Congresistas y no pasó un
mes para que el Gobierno, por decreto y contraviniendo el sentir de toda
una nación, les devolviera esos privilegios. Da vergüenza. Da rabia.
Entiende uno porqué hay gente que se inclina por la lucha armada,
alternativa equivocada y retrógrada que nunca tomaré, pero que hoy más
que nunca comprendo.
Para muchos, especialmente los
indiferentes de mi país, esta es una noticia más, una estadística más, o
quizá una noticia que nunca escucharán, inmersos como están en sus
propios problemas y proyectos personales o en los de los de sus vecinos.
Para mí es una noticia triste y miserable. Creo que, junto con Agro
Ingreso Seguro, programa del Ministerio de Agricultura del gobierno
pasado que regaló miles de millones a ricos, narcos, paras y
terratenientes, esta es una de las más grandes infamias que se han
cometido en mi país contra los menos favorecidos. Los estudiantes
pobres, por ejemplo, para poderse educar deben pedir préstamos a ICETEX
con intereses bancarios y hasta con dos fiadores. Los he visto
afanaditos y angustiados buscando fiadores entre sus familiares pobres,
que no son aptos para fiar, y entre los amigos que no fían a nadie por
las experiencias que ya conocemos. Estudiantes de un país que regala
plata a sus ricos pidiendo préstamos al Estado para poderse educar. Qué
infamia. Y qué me dicen de los trabajadores y campesinos, los que
empujan este país y que deben trabajar 48 horas a la semana y a veces
más para devengar miserables 590 mil pesos. Es decir, un salario 40
veces inferior a los que hoy el Presidente Santos fijó para Congresistas
y altos dignatarios. Ni un Congresista Americano gana 40 salarios
mínimos. Ningún congresista del primer mundo, donde se supone está el
dinero, gana 40 salarios mínimos. Qué infamia.
Ni siquiera si los congresistas
cumplieran con su deber, este sería un acto justo. Pero como son
irresponsables en su mayoría, ausentistas en su mayoría, vendidos en su
mayoría, corruptos en su mayoría, vagos en su mayoría, porque solo
trabajan 3 días a la semana, los que cumplen, porque el grueso de
congresistas asiste solo dos veces y una de ellas firma y se va, este es
un acto provocante, perturbador, insensato y raya en la maldad. Más
cuando a los trabajadores de mi país cada diciembre se les humilla con
alzas que rondan la miserableza. Porque según el Ministro de Hacienda de
turno, otro que pasa a ganar 24 millones mensuales, elevar los salarios
por encima de la inflación anual podría causar un desajuste de la
economía. Sin embargo, esos ministros a los que hoy se les sube el
salario en 50% no dirán que la medida que los benefició es
inflacionaria. Por eso, la discusión en diciembre se centrará en si a
los trabajadores se les suben 18 o 20 mil pesos (400 veces menos de lo
que se les incrementó hoy a los Congresistas y Ministros) ¿Comprenden el
tamaño de la infamia?
Esta alza exagerada e inmerecida de 8
millones mensuales a los personajes más desprestigiados y rechazados del
país, supone una afrenta que no podemos digerir. Tenemos que castigarla
en las urnas. Tenemos que colgarla como una foto obligatoria en el
álbum de los recuerdos imborrables. Yo lo haré. Cada elección la sacaré,
la miraré, respiraré profundo para no convertirme en un monstruo igual a
los que estoy combatiendo, y la llevaré al puesto de votación. Voy a
votar en blanco por esta y 47 millones de razones más.
Si usted amigo lector puede cometer la
hazaña de sacar del submundo fantasioso de la vanidad, el esnobismo, la
indiferencia, la comodidad, el egoísmo, el individualismo y el
importaculismo, al menos a otro compatriota, el país se lo agradecerá.
Pero si no puede no importa. Ya vendrán las nuevas generaciones a juzgar
lo que hicimos. Serán ellas las que se sientan orgullosas o
avergonzadas del país que les dejemos. Yo por ejemplo, siento vergüenza
de mis ancestros. Siento, y lo vivo a diario, que se callaron más de la
cuenta, que se escondieron más de la cuenta y se acobardaron más de la
cuenta, cuando estos que nos gobiernan, montaron desde un Congreso
Corrupto, con la complicidad de una justicia corrupta, este gran negocio
llamado Colombia.
Pueda que usted también amigo lector, si
decide difundir esta lucha, reciba ataques de las personas a quien
quiere salvar de la inmundicia. Es normal. No los culpe. Son víctimas de
un sistema macabro que impide, con todo el poder de sus mafias juntas,
que la educación se masifique. Tenga paciencia. Ni usted ni yo vamos a
ver este país navegando en aguas dignas. Ni usted ni yo, dedicando cada
segundo que nos queda, veremos el sol de la verdad alumbrando cada
escritorio, cada agenda, cada computador, cada bolsillo de los buitres
que anidan nuestras instituciones. Este olor fétido de la corrupción nos
acompañará a la tumba. Y pueda que más temprano que tarde, nos cansemos
de luchar. Habrá otros que tomen estas banderas silenciosas y las
pongan a ondear en la cima solitaria de la indignación.
Hay gente buena luchando por lo mismo en
otros lugares. Nunca los vimos unidos porque aún en las buenas
intenciones hay egoísmo, afán de protagonismo y ambiciones personales.
Pero eso no les quita la nobleza. Son líderes humanos y nada más. Pero
son honestos y la labor sería encontrarlos. Incluso los he visto batirse
como gladiadores frente a feroces y hambrientos leones, en ese circo
romano llamado Congreso de la República, fábrica de leyes corruptas,
acomodadas e injustas. Infortunadamente son pocos y los seguirán
aplastando con mayorías compradas y justicia amañada. A los más
peligrosos para su statu quo los perseguirán, los difamarán y con la
complicidad de los medios de comunicación, beneficiarios de sus
repartijas, harán que usted y yo los odiemos y los insultemos. La prensa
oficial, o sea, el 99% de los medios, hará que las gentes,
especialmente las menos educadas, idolatren a sus propios verdugos.
Pondrán a los ignorantes a defenderlos, como nunca defienden a sus
familias y a sus hijos. Los harán ver por sus ojos y aplaudir sus actos
de odio. Polarizarán la opinión entre buenos y malos y luego, los
pondrán a celebrar con fanatismo las muertes del bando contrario. Y así,
celebrando la muerte, montando sobre sus hombros a los peores hijos de
la patria y endosándoles su poderoso y sagrado derecho a elegir, las
mayorías seguirán aplazando este grito de impotencia que hoy nos consume
a los menos.
Millón por ciento de comprensión hacia
esas pobres mayorías. Con paciencia y argumentos los iremos haciendo
desertar de las filas de la infamia. Poco a poco, con paciencia y
verdad, los iremos despertando. No ahora, no mañana. Para llegar a esa
primavera anhelada, pasarán muchos veranos, muchos otoños y muchos
inviernos. El premio será ver florecer esta democracia marchita. El
premio será ver las flores más delicadas echar raíces en las curules de
aquellos que apestaban con sus culos untados de mermelada. El premio
será, ver muchas orquídeas ondeando sin amenaza de destrucción, en ese
lugar sagrado donde según nuestro pacto social se fabrican las leyes de
toda una nación.
Y mientras llega esa primavera de
colores, pintemos de blanco el fondo del lienzo. Así, la obra maestra
que construyan los que vienen quedará más nítida y detallada. Intentemos
con el voto en blanco, abrir esa puerta a la primavera. Intentemos con
ese voto de protesta, manchar de blanco las negras intenciones de estos
siniestros personajes que secuestraron la política. Liberémosla con
millones de votos dignos y transparentes. Hagamos llover sobre sus
candidaturas dardos blancos de censura moral. Que cada voto en blanco
les haga ver lo canallas que han sido. Que cada voto en blanco los haga
reflexionar sobre lo que han hecho mal para merecer tanto desprecio de
su pueblo. Que cada voto en blanco les apague la sonrisa. Que cada voto
en blanco les frustre el sueño de apoderarse de las riquezas que nos
quedan.
Queda en sus manos amigo lector, hacer
su propio trabajo. Trabajo personal e intransferible. Nadie puede votar
por usted. Nadie puede elegir por usted. El cambio está más a la mano de
lo que usted mismo cree. Está en las urnas. No tiene que matar a nadie,
ni siquiera odiar a nadie. El desprecio basta. Manifiéstelo el día de
las elecciones votando contra la clase política en su conjunto y luego,
cuidando su propio voto para que esos contra los que usted votó, no se
lo apropien y lo pongan a sumar en su favor. Crea. Unidos podemos. Haga
su parte, yo hago la mía. Las lágrimas de impotencia que ha derramado
hoy la dignidad tienen que limpiar el camino hacia la victoria grande.
La gran victoria de la revolución pacífica. La gran victoria del voto en
blanco que significará, la humillación más grande que hayan sufrido los
que nos humillan desde hace 200 años.
lunes, 18 de noviembre de 2013
OTRO GRITO DESESPERADO, con un dejo de esperanza... Y un llamado masivo A LA ACCIÓN!
ACUSO!
“J’accuse”, dijo Zola, cuando el caso Dreyfus, hace por lo
menos un siglo.
ACUSO!, digo ahora, asumiendo el riesgo de ser vetado por
algunos o todos los que siguen.
Acuso a quienes, como el Festival Iberoamericano de Teatro,
no paga sus deudas y no hay cómo
quejarse;
Acuso a quienes, como canales y productoras, con la excusa
de un mísero papel (aunque el requisito exigido se haya cumplido!), no permiten
cobrar lo que ya se ha causado y ganado;
Acuso a quienes, bajo el pretexto de “requisitos de la
empresa”, y con la excusa de la falta de confianza, nos ofenden tratándonos
como estafadores y mentirosos, cuando, por el contrario, nos exigen confianza total
y empezar a trabajar sin garantía diferente a un llamado y un libreto; Y por
supuesto, les creemos y les cumplimos;
Acuso a un país que legisla para y por la corrupción, a
costa de los honestos que por honestos, no se saben los trucos para mimetizarse
y delinquir en los vericuetos y laberintos de la “ley”.
Acuso a la mafia de la Seguridad Social (Salud, Pensiones,
Riesgos Laborales y demás) con sus leyes, normas y códigos, -los hijos
bastardos de intereses exclusiva y mezquinamente monetarios-, que -para
empezar- no cumplen sus deberes en atención en salud, y además hacen imposible,
o por lo menos doloroso, ejercer como independiente honesto, obligando a
papeleos y torturas burocráticas diseñados para fomentar la trampa y ocultar
los peculados, estimular las mordidas entre los urgidos, y desmotivar el
emprendimiento;
Y acuso, finalmente y como síntesis de todo lo anterior, a
corporaciones, comercio, industria, servicios, gobierno, bancos, al “sistema” (¿o
debería decir, en aras de la verdad, “a todo el mundo”?) por estar drogados por
el miserable paradigma de vivir, trabajar y/o servir exclusivamente por dinero,
olvidando nada menos que a sus congéneres humanos, los valores de su actividad
profesional, su propia dignidad y capacidad cierta de realización.
Y Me Acuso –y me declaro culpable- de cobarde, flojo,
pusilánime, egoísta y perezoso, pues apenas ahora reacciono, y no propongo aún soluciones.
Pero invito a quienes perciben el mismo olor a podrido, a
quienes sienten la misma impotencia, a las víctimas de los inventos de un falso
progreso y una presunta evolución, a pensar … Desapasionadamente, ahora… A imaginar un escenario plausible en donde el
hombre, -el colombiano, fundamentalmente-, pueda soñar con ser de veras feliz,
esencialmente feliz, duradera, racional, y profundamente feliz.
Ya sabemos qué está mal, o por lo menos lo presentimos.
Digamos, de manera presuntuosa, que ya me quejé por todos.
Ahora seamos proactivos y creativos, optimistas, casi
“utopistas”, generosos, misericordiosos, piadosos y empáticos… Y los invito a
proponer, partiendo de esa base, sin rencores ni deseos mezquinos, posibles y
realistas (y no tan realistas) soluciones. No teman exagerar, pues es de los
sueños imposibles que han surgido realidades trascendentales.
Advierto que rechazaré y no publicaré las colaboraciones que
a mi “dictatorial” criterio, no cumplan estos requisitos.
Estoy abriendo una muy seria “convocatoria”. Pretendo montar
una especie de “gabinete paralelo”, y para cada Ministerio, con la ayuda de los
que se comprometan, un programa de
gestión. Incluso podríamos llegar a crear, fusionar, eliminar Ministerios,
según nos parezca más eficiente, lógico y productivo.
Criterios generales?
Eficiencia, proyección esencialmente social, (no confundir
ni “catalogar” ideológicamente con tendencias existentes, partidos, o
“caciques” nacionales o extranjeros), prioridad en Educación, el Campo, Medio
Ambiente, Derechos Humanos.
Respeto el derecho a enriquecerse legalmente “hasta que la
boca le sepa a oro”, pero no la irresponsabilidad social ni la falta de
solidaridad humana. (No entro aún en detalles, o no acabo nunca).
Considero un delito estatal de lesa humanidad que la
Educación no sea Obligatoria y Gratuita hasta el final del bachillerato (secundaria).
Considero delincuentes a los padres que, una vez lo anterior sea un hecho, no
se responsabilicen por la formación de sus hijos.
Considero un descaro inmoral que las entidades financieras
se enorgullezcan de sus utilidades a costa del ahorcamiento crediticio de sus clientes-esclavos-usuarios.
Y en la medida en que se me vayan ocurriendo (o me recuerden
y/o planteen) más razones de “indignación”, las iré publicando.
Basta por hoy.
Gracias por su atención y paciencia.
jueves, 14 de noviembre de 2013
Para poneros en contexto, repito algo publicado en Facebook.
Revista Internacional Globatium.com en agosto pasado :
De qué dependerá que vuelva la Esperanza? No de la política, no de la economía, no de la religión. De la fe en algo superior? En una esencia bondadosa en el hombre que ha sido por siglos desmentida? De una catástrofe que nos haga ver? De una revelación misteriosa de origen desconocido? No. Surge (porque ya está a la vista) del pensar y el hablar de HOMBRES como Mujica, el mismísimo Papa y su sonrisa sencilla y abierta, de Mandelas, de Garzones (Jaime, digo), Gandhis, y otros cientos de etcéteras anónimos... Pero que no se quede en admiración! Hay que IMITAR, PROYECTAR, APLICAR!!!! En el diario vivir, en el minuto de descuido en el que las defensas caen, y la bondad surge libre y poderosa, cuando nos vemos como una gran Unidad que no puede autodestruírse porque cada individuo es indispensable, cuando reciclamos, damos gracias, damos sin querer recibir. No digan que no saben cómo es!!!! Y no hay excusa para no hacerlo.
Y añado:
Para que partamos de una misma impresión, sugiero y recomiendo la lectura de Nueva Visita a un mundo feliz, de Aldous Huxley.
Y cuelgo, además, otro texto prestado.
Revista Internacional Globatium.com en agosto pasado :
Bebés y ancianos hoy
Los bebés que
nacen en estos días, llegan a un mundo de descubrimientos y avances
maravillosos que son prueba evidente del potencial y de la capacidad del
hombre. Pero desafortunadamente, también llegan al mundo del reciclaje, donde
les será sin duda arduo sobrevivir como seres de bien y si no lo impedimos,
sacrificarán a aquellos no responsables y a los responsables del deterioro,
víctimas de miopía.
Estamos –parece-,
en el mundo del antivalor, del “libre desarrollo de la personalidad”, concepto
que involucra grupos de dimensiones significativas en ambientes
gobernados por el EGO, donde todo lo que “a mi me conviene”, intenta
ganar respeto y alcanzar legitimidad lejos de lealtades o de cualquier tradición;
Se han desvalorizado los legados morales o éticos porque en la actualidad
incomodan generando descomposición en cualquier nivel de grupo o sociedad.
Pero
afortunadamente, este cinismo aun sorprende y encuentra rechazo. Somos muchos
aún quienes sin duda, saldremos adelante en la defensa de tanto que merece
perdurar. Este objetivo, obrar para un mundo mejor, no admite medias tintas ni
pactos débiles, tampoco requiere de obras heroicas ni resonantes. Quizás solo
se necesita el poder de un silencio individual y colectivo, pero que a la
vez, sea dinámico, actuante, beligerante y contundente; que permita trabajar
desde entornos con paz que permitan poner distancias y faciliten perspectivas,
para en conjunto, poder rediseñar el entorno generando espacios nuevos, más sanos
y positivos para quienes nacen en este tiempo.
No se llega
lejos sin el impulso del retroceso… resulta triste y decepcionante ver cómo
gente de noble casta y herencia; gente que nació privilegiada y rica en valores
fundamentales y ancestros de alto nivel por su calidad, sus obras, la pureza de
su sangre y trayectorias, más que por sus fortunas materiales, sucumbe ante la
manipulación de presiones frívolas, de leyes vacías como la del artificio, la
moda, la conveniencia cómoda, el egoísmo y la ambición desmedida, para
desfigurar la justicia, abandonar las responsabilidades, o, en el mejor de los
casos, vivir bajo la ley del menor esfuerzo.
La nobleza
obliga… pero, hoy y demasiadas veces, la nobleza se traiciona y a pesar
del lugar y nivel que por privilegio le corresponde, se desdibuja o borra en
medio del escándalo, el atropello o el abuso. Los conceptos de
honestidad, justicia, dignidad, lealtad y generosidad han desaparecido; también
la vanidad sana y el orgullo que resulta válido cuando surge justificado luego
de comportamientos irrefutables o por cumplir con responsabilidad un orden, el
deber natural, elemental de cada uno.
La
conciencia creciente de la propia mediocridad busca refugio y solución en la
búsqueda ávida del dinero por encima de todo, porque simplemente el valor
personal ya no constituye soporte suficiente. Se desdeñan los valores que no se
pueden adquirir; porque son esenciales en otros que nacieron con ellos, se
miran con desprecio o se presiona su sepultura. La música se cambió por ruido;
la poesía por jerga y vulgaridad; hoy no se entiende el amor,
menos aún el servir o apoyar a otro; hoy prevalece
la “química”… el interés egoísta, la codicia y el utilitarismo.
Se cierran los
ojos ante el buen ejemplo porque seguirlo demanda esfuerzos, en cambio la
mediocridad es camino fácil. El egoísmo –aparentemente-, resguarda y evita el
esfuerzo de compartir; más aún, el de apoyar o servir
al que lo necesita. Lo que separa a las personas ya no son las diferencias que
pueden resultar complementarias, sino los valores que no se
pueden negociar.
El anciano
se abandona porque ya su fragilidad demanda apoyo y esmerada atención; porque
por el peso de sus años ya no procura, se le pide aún más de todo lo que pudo y
alcanzó a dar. Se paga por despedirlo con soledad o se endosa la
responsabilidad que corresponde frente al final de su vida…
miércoles, 13 de noviembre de 2013
INTRODUCCIÓN A UN PLAN PARA EL FUTURO
Este blog aparece creado en 2009. Desde entonces jamás lo he usado. Tiene sentido: dado que soy poco asiduo a leer en los ajenos, cómo podría mantener uno propio? Sería totalmente inconsecuente.
Pero algo me ha estado pasando desde hace un tiempo. (tiempo: de un minuto a varios años, sin definir...) Me está desesperando (de esperanza, por lo tanto "desesperanzando" sería mejor, o recomendable como complemento) el presente del planeta, visto desde mi microcosmos colombiano-capitalino-campestre-sesquileño, al que no he dejado entrar noticias desde los medios por largo tiempo (este sí medido en, por lo menos, meses). Eso también tiene una explicación. La inmediatez de las noticias, lo "espectacular" de los hechos que aparecen en las emisiones noticiosas de nuestros canales es poco confiable y perfectamente miope.
NADIE VE lo que en inglés llaman "the big picture": ESTAMOS MUY MAL.
Me entró la locura de iniciar esto cuando retomé la lectura de Un Mundo Feliz, y Nueva Visita al Mundo Feliz, de Aldous Huxley. Sobra hacer la reseña. Si no los conocen, LÉANLOS.
Nuestra civilización, en menos de dos siglos, puso al planeta en agonía. Nuestro gusto por la salud y la reproducción se ha convertido en nuestro peor veneno. El consumismo nos hizo idiotas autodestructivos, los medios "conspiran" para idiotizarnos más, el dinero pasó de ser un medio a ser EL FIN último de la vida. Habría más, pero baste por ahora, porque esto es en gran escala, y me interesa concentrarme en lo que mi voz puede abarcar. Digamos (y eso ya es pretencioso) que alcance mi país.
Estamos hundidos en corrupción: burocracia corrupta, política corrupta, economía corrupta, salud, contratación, obras, funcionarios, justicia, proveedores, empleadores, empleados, servicios, comercio, fuerza pública, finanzas, deportes, arte... Me puse a pensar en medio de la "amplia exposición" si habría algo que no tuviera, cuando menos, sospechas de corrupción. Me duele reconocer que no encontré. Ni siquiera cuando llegué a lo personal: los amigos. Se me salva, por puro corazón, la familia.
No vemos, los colombianos de bien no afiliados a esperanzas futiles, salida a este embrollo. No hay candidatos, como decía en facebook hace poco, que no sean de los de "peor es nada"... Nuestro futuro político, sea en el Congreso, o en el Ejecutivo, se ve negro. PUNTO; Nuestras condiciones sociales, supeditadas al flujo del Dios Dinero (porque a nadie parece importarle otra cosa), son nefastas para el 75% de la población, siendo optimistas. La burocracia para acceder a los mínimos servicios de seguridad social, y para cumplir los requisitos para cualquier cosa son un infierno Kafkiano. No hay confianza ni en personas ni en instituciones. Desconfiamos hasta de nuestra sombra; no hay palabra, honor, ni ninguna de esas "virtudes obsoletas" entre nosotros. Los que aún creemos en ellas, somos víctimas de los que se las saltan por deporte. Y dale con otras decenas de etcéteras particulares, que van desde el lenguaje ("le puedo ROBAR un minutico? Me REGALA un tinto?"), pasa por la "contracultura transmilenio" ("dejar salir primero es ser idiota"), y sigue más allá con los monopolios corporativos (que olvidaron lo que es brindar servicios o vender productos sin estafar al cliente), y no tienen fin.
Qué hacer? Seguirnos lamentando? Hacer marchas todos los días para llenar los noticieros y suavizar nuestras conciencias de borregos?
No.
Es hora de actuar, y soy el primero que se asusta con esa idea. Me he ido acostumbrando a mirar y no tocar, a gritar y no arreglar.
Pero creo que me llegó la hora también, de arriesgarme un poco.
Este blog es apenas un comienzo.
La meta (cómo se ve de lejana!) es llegar a:
Una plataforma ideológica.
Un grupo humano solidario con esa plataforma.
Un programa de gestión de pequeña a gran escala.
Candidatos.
Ir a las Urnas.
Ganar.
Gobernar con los mejores.
Mantener la transparencia, el rumbo, el empuje y el optimismo.
Mejorar las cosas...
Acepto que se rían. Lo comprendo, por lo ilógico que es a estas alturas...
Pero piénsenlo... No hay acaso ideas suficientes entre nosotros? Gente capaz de encontar la gente capaz?
Vale aclarar que lo último que quisiera es ser uno de esos candidatos. JAMÁS!!! Sirvo para pensar, hablar (en exceso, ya lo sé...), escribir, actuar (como actor, obvio), trabajar en grupo, congregar y moderar, pero no para mandar, administrar, gerenciar, y menos para enfrentar, sin salir podrido, el sector oficial que tangencialmente toqué hace años... A menos qué... Y ese "qué" es extremadamente exigente.
Bien.
Suficiente como introducción.
La próxima, si nada extraordinario pasa, empezaremos a ir al grano.
Por dónde iniciar? por la comida, obvio. Es decir, hablaremos del Campo.
Pero algo me ha estado pasando desde hace un tiempo. (tiempo: de un minuto a varios años, sin definir...) Me está desesperando (de esperanza, por lo tanto "desesperanzando" sería mejor, o recomendable como complemento) el presente del planeta, visto desde mi microcosmos colombiano-capitalino-campestre-sesquileño, al que no he dejado entrar noticias desde los medios por largo tiempo (este sí medido en, por lo menos, meses). Eso también tiene una explicación. La inmediatez de las noticias, lo "espectacular" de los hechos que aparecen en las emisiones noticiosas de nuestros canales es poco confiable y perfectamente miope.
NADIE VE lo que en inglés llaman "the big picture": ESTAMOS MUY MAL.
Me entró la locura de iniciar esto cuando retomé la lectura de Un Mundo Feliz, y Nueva Visita al Mundo Feliz, de Aldous Huxley. Sobra hacer la reseña. Si no los conocen, LÉANLOS.
Nuestra civilización, en menos de dos siglos, puso al planeta en agonía. Nuestro gusto por la salud y la reproducción se ha convertido en nuestro peor veneno. El consumismo nos hizo idiotas autodestructivos, los medios "conspiran" para idiotizarnos más, el dinero pasó de ser un medio a ser EL FIN último de la vida. Habría más, pero baste por ahora, porque esto es en gran escala, y me interesa concentrarme en lo que mi voz puede abarcar. Digamos (y eso ya es pretencioso) que alcance mi país.
Estamos hundidos en corrupción: burocracia corrupta, política corrupta, economía corrupta, salud, contratación, obras, funcionarios, justicia, proveedores, empleadores, empleados, servicios, comercio, fuerza pública, finanzas, deportes, arte... Me puse a pensar en medio de la "amplia exposición" si habría algo que no tuviera, cuando menos, sospechas de corrupción. Me duele reconocer que no encontré. Ni siquiera cuando llegué a lo personal: los amigos. Se me salva, por puro corazón, la familia.
No vemos, los colombianos de bien no afiliados a esperanzas futiles, salida a este embrollo. No hay candidatos, como decía en facebook hace poco, que no sean de los de "peor es nada"... Nuestro futuro político, sea en el Congreso, o en el Ejecutivo, se ve negro. PUNTO; Nuestras condiciones sociales, supeditadas al flujo del Dios Dinero (porque a nadie parece importarle otra cosa), son nefastas para el 75% de la población, siendo optimistas. La burocracia para acceder a los mínimos servicios de seguridad social, y para cumplir los requisitos para cualquier cosa son un infierno Kafkiano. No hay confianza ni en personas ni en instituciones. Desconfiamos hasta de nuestra sombra; no hay palabra, honor, ni ninguna de esas "virtudes obsoletas" entre nosotros. Los que aún creemos en ellas, somos víctimas de los que se las saltan por deporte. Y dale con otras decenas de etcéteras particulares, que van desde el lenguaje ("le puedo ROBAR un minutico? Me REGALA un tinto?"), pasa por la "contracultura transmilenio" ("dejar salir primero es ser idiota"), y sigue más allá con los monopolios corporativos (que olvidaron lo que es brindar servicios o vender productos sin estafar al cliente), y no tienen fin.
Qué hacer? Seguirnos lamentando? Hacer marchas todos los días para llenar los noticieros y suavizar nuestras conciencias de borregos?
No.
Es hora de actuar, y soy el primero que se asusta con esa idea. Me he ido acostumbrando a mirar y no tocar, a gritar y no arreglar.
Pero creo que me llegó la hora también, de arriesgarme un poco.
Este blog es apenas un comienzo.
La meta (cómo se ve de lejana!) es llegar a:
Una plataforma ideológica.
Un grupo humano solidario con esa plataforma.
Un programa de gestión de pequeña a gran escala.
Candidatos.
Ir a las Urnas.
Ganar.
Gobernar con los mejores.
Mantener la transparencia, el rumbo, el empuje y el optimismo.
Mejorar las cosas...
Acepto que se rían. Lo comprendo, por lo ilógico que es a estas alturas...
Pero piénsenlo... No hay acaso ideas suficientes entre nosotros? Gente capaz de encontar la gente capaz?
Vale aclarar que lo último que quisiera es ser uno de esos candidatos. JAMÁS!!! Sirvo para pensar, hablar (en exceso, ya lo sé...), escribir, actuar (como actor, obvio), trabajar en grupo, congregar y moderar, pero no para mandar, administrar, gerenciar, y menos para enfrentar, sin salir podrido, el sector oficial que tangencialmente toqué hace años... A menos qué... Y ese "qué" es extremadamente exigente.
Bien.
Suficiente como introducción.
La próxima, si nada extraordinario pasa, empezaremos a ir al grano.
Por dónde iniciar? por la comida, obvio. Es decir, hablaremos del Campo.
Ubicación:
Sesquile, Cundinamarca, Colombia
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